¿Qué es el Nasdaq 100?
Los orígenes del Nasdaq tienen lugar en el Congreso de Estados Unidos a principio de los años setenta. Concretamente, en la comisión encargada de regular la bolsa, a la que se encargó un informe sobre la seguridad de los mercados. Un estudio que arrojaba datos negativos relativos a la seguridad, destacando la falta de transparencia en las operaciones.
Surge entonces la necesidad de regular el mercado y tiene lugar la primera sesión de lo que se llamó Nasdaq Stock Market (1971). Aquí, cotizaban las Hi-Tech que más despuntaban entonces, principalmente gracias a sus productos electrónicos. Es en el año 1987, donde se incorpora un sistema innovador que automatizaba la ejecución de las órdenes, agilizando y facilitando todo el proceso. En 1992, se permite operar en distintos horarios que abren la posibilidad de negociar en otros mercados mundiales.
El Nasdaq 100 recoge los cien mayores valores de las compañías de la industria tecnológica. En su mayoría, son empresas estadounidenses, aunque también hay presencia de empresas internacionales. Bajo este índice se agrupan empresas con actividades principales distintas a las de la inversión, como ocurre en el Nasdaq Composite. Eso sí, aunque principalmente las entidades que operan aquí son del sector tecnológico (más del 50%) también cotizan otros sectores. Tras la tecnología, los servicios al consumidor y la salud son actividades con una presencia importante. Ya en menor medida, otras actividades e industrias cotizadas en el Nasdaq 100 son los bienes de consumo, industria y telecomunicaciones.
Respecto a su funcionamiento, tal y como ya hemos indicado, se trata de una bolsa automatizada. Compradores y vendedores ejecutan sus operaciones a través de brókeres y traders, pero el funcionamiento es íntegramente electrónico. Por tanto, el Nasdaq 100 no opera en un espacio físico y su operativa es mucho más sencilla y rápida. Por último, cabe destacar su carácter de benchmark (o activo de referencia) como índice a batir por traders y gestores de carteras.